Algunos veranos se pasan en un torbellino de visitas familiares y días de playa, mientras que éste ha sido un verano cuyos recuerdos permanecerán conmigo para siempre.
Nunca olvidaremos nuestro increíble viaje a Uganda
¿Por qué? Porque tuve el gran privilegio de acompañar a Elena y Martina -mi hija y su compañera de bachillerato internacional, además de su amiga Clarita- a Uganda. Elena y Martina habían ayudado a recaudar fondos para un rebaño de cabras destinado a un grupo de madres solteras de Uganda de ONG KELELE AFRICA, así que nos dirigimos allí para supervisar la compra de las 10 cabras y ayudar en todo lo que pudiéramos. La idea de esta iniciativa es fomentar la autosuficiencia y la estabilidad financiera entre las mujeres frágiles implicadas. Muchos podrán formar un hogar para ellos y sus hijos, otros enviarlos a un internado para que se eduquen y otros modestos planes que de otra forma serían imposibles. ACTUALIZACIÓN desde nuestro regreso: ¡tres de esas 20 cabritas están a punto de parir y así comienza el proyecto cíclico!
Mientras estuvimos allí también nos entretuvimos con los juegos de clase, instruyendo a los profesores locales sobre cómo utilizar los juegos europeos y el material didáctico donados y volviendo a pintar el depósito de agua. Además, nos sobró algo de dinero de la compra del rebaño de cabras, así que las chicas compraron 100 colchones y 100 mantas para las familias más vulnerables del pueblo. Entregamos todas estas donaciones personalmente y fue muy gratificante ver la gratitud de primera mano. No podría estar más orgullosa de las chicas por todo su duro trabajo para sacar a la luz este proyecto GOAT. Están muy ilusionadas con la iniciativa y con saber que están ayudando a mejorar la vida de muchas personas de esta comunidad empobrecida.
Ha sido maravilloso ver lo bien que le va a Exavious en la escuela
Apadrinar la educación de un niño
Una de las razones por las que a mi hija se le ocurrió financiar este proyecto en esta zona y con esta ONG en concreto es porque sabía que yo había apadrinado durante unos años a Exavious, que es un antiguo alumno de la Escuela Kumwenya, de esta parte de Uganda. Vivo y respiro educación, y hace unos años decidí poner mi dinero donde está mi boca, sabiendo que por unos pocos cientos de euros al año podría marcar una verdadera diferencia en la vida de un joven en África. Una vez al trimestre recibo fotos y un boletín de notas que muestran cómo le ha ido a Exavious y, al principio, mi propio hijo también le escribía: era una forma estupenda de que practicara su inglés escrito a la vez que aprendía sobre la vida y la cultura de otra persona.
La familia de Exavious está muy agradecida por mi continuo apoyo
Lamentablemente, no pude reunirme con Exavious cuando estuve allí, ya que estaba realizando importantes exámenes durante mi estancia. El sistema escolar de Uganda fue uno de los más afectados del mundo durante la pandemia de COVID, con más de dos años de interrupción de la educación infantil. Muchos niños no volvieron al sistema educativo y algunas escuelas se perdieron para siempre, convertidas en granjas u otros lugares de trabajo. Por eso sé lo importante que es para Exavious ponerse al día en la escuela. Pero pude conocer a su encantadora familia, que está muy agradecida por mi continuo apoyo. Fue una experiencia muy emotiva conocer a sus padres en su pequeña tienda. Estaban muy emocionados de conocerme a mí y a uno de mis hijos después de tantos años de contacto.
Me ha encantado formar parte de la vida de Exavious y saber que mi contribución, relativamente pequeña, está marcando una enorme diferencia no sólo para él y su familia, sino para la sociedad y la economía ugandesas en su conjunto. Así que me gustaría animarte a ti también a que consideres la posibilidad de apadrinar la educación de un niño en Uganda. Sabes lo importante que es una buena escuela para tu hijo o tus hijos, y ¿qué mejor manera de demostrar tus valores que ayudando a un niño o una niña desfavorecidos a alcanzar su potencial? Haga clic aquí para saber cómo puede marcar la diferencia en la vida de un joven. Por menos de 400€ al año puedes seguir el progreso académico de tu hijo apadrinado ¡hasta la universidad quizás! Piénsatelo como un regalo original para estas próximas Navidades.